Me hizo gracia esta mañana el recordar las fotos que le hice a la fotógrafa Bunny Yeager... me hizo gracia, precisamente, porque unos días después paso por mi cámara esta niña maravillosa de casi cuatro años y pensé "mira tu, dos extremos de la vida: una mujer que un pasado glorioso y ahora una niña con un futuro prometedor" y bendije, una vez mas, al destino por poner aquella Canon AE-1 Program, con un 50 mm, en aquella piscina del hotel Deauville, en el Malecón de la Habana, aquel día en el que fui, de visita, a despedir a un amigo búlgaro!
3 comentarios:
Las imagenes hermosas, pero perdoname, esto es muy triste que ve un futuro en "ser una estrella", para mi esto es ya pasado :)
Ohhhh, si, "ser estrella" es algo innato, no? Se nace estrella!
Tienes toda la razon. Es una diferencia entre la estrella y... la estrella; a veces esta palabra se usa demasiado precipitadamente
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